Con la
participación de más de 3.500 personas de
todo el país, el domingo 19 de octubre cerró
en San Miguel de Tucumán, el Segundo
Congreso Argentino de Cultura, dedicado a
debatir sobre cultura y desarrollo. Una de
las conclusiones a las que se llegó en los
Foros de Debate fue la necesidad de
articulación entre las instituciones
comunitarias y el Estado con el objetivo de
participar conjuntamente en la defensa y
promoción del patrimonio.
Por eso,
fue observada con mucha atención por parte
de los concurrentes, la experiencia
presentada acerca del trabajo que desde hace
5 años realiza en nuestro barrio la Red de
Cultura Boedo y que se resume en
la organización de la Semana de Boedo, la
Comisión por la Memoria y la promoción en el
armado de la Comisión Vecinal Todos por la
Plaza de Boedo.
Red Cultura
Boedo, camino al primer lustro
De colección
a colectivo. Transitando el tirabuzón
Por Claudia Ferrentino
Sabemos que las reformas
neoliberales implementadas en América Latina
durante los 90 produjeron un cuadro social
regresivo en toda la región. En nuestro
país, la idea de crisis se asoció con la
democracia y el grito colectivo "¡que se
vayan todos!" puso en cuestión la
legitimidad de la representación política.
Si bien la continuidad institucional no
estaba en juego, los partidos políticos, tal
como eran concebidos, parecían haber
fracasado como mecanismos de representación
y gestión. Mientras la gente votaba para que
los políticos se enfrentaran al poder del
mercado, ellos se aliaban o sometían a él.
Como parte del mismo proceso, abandonaron el
territorio de acción política que fue
ocupado por los denominados movimientos
sociales. La ciudad de Buenos Aires no quedó
al margen. Se desarrollaron diversas
asociaciones sociales devenidas en campo de
trabajo político.
Pasado el momento
más crítico -y en el contexto descripto- en
la primera mitad del año 2004, comenzó a
desarrollarse la RED de CULTURA BOEDO
-inicialmente convocada por representantes
locales del estado, rápidamente ganó
autonomía e identidad propia. Se trataba -y
aún se trata- de varias decenas de
instituciones barriales públicas y privadas
ligadas a la actividad social, cultural,
deportiva, artística: clubes barriales,
centros culturales, escuelas de enseñanza de
artes, asambleas vecinales, bibliotecas,
centros de jubilados, asociaciones de
historiadores, asociaciones de músicos,
grupos de teatro comunitarios, formaciones
musicales, grupos de ballet, artesanos,
artistas plásticos, teatros, periódicos
barriales, cafés culturales, comedores
comunitarios, grupos de asistencia social,
etc. Como puede suponerse, se constituyó un
espacio muy amplio, marcadamente variado,
bastante heterogéneo, notablemente diverso,
absolutamente inédito a nivel local y,
fundamentalmente, incomparable con cualquier
otra experiencia similar.
Enfrentados a una nueva situación, sin
recetas, definidos por nuestras carencias,
como muchos fenómenos sociales de aquellos
años -en este caso la carencia de
representación y de otros espacios de
participación- y por el sentimiento de
pertenencia local, la RED se inició como una
cuestión situacional, como colección de
instituciones, y poco a poco se fue
transformando en expresión de diversidad
política y cultural, en manifestación de la
organización social de la comunidad, en
capital social, en espacio de ejercicio de
los derechos culturales, en lugar de
reconstrucción de lazos solidarios, en
tejido social, en un ámbito vinculante. La
RED de CULTURA BOEDO se transformó en
COLECTIVO.
Trabajamos en relación
con políticas públicas, el desarrollo local,
cuestiones de identidad, el espacio público,
la preservación del patrimonio cultural, la
promoción de diversas expresiones
culturales. La participación está presente
en todas las instancias de cada caso
-análisis y debate de la situación,
propuesta estratégica, factibilidad,
gestión, control y ajuste- mediante
reuniones periódicas en las sedes de las
distintas instituciones, trabajando en
plenario, intercambiando roles. Si bien en
general las acciones desplegadas por la RED
no requieren de grandes presupuestos, es
interesante destacar la cuestión del
financiamiento. En todos los casos la
subvención de las actividades se realiza a
través de aporte económico que realizan las
instituciones mediante una reducida cuota
anual.
Es imposible reseñar en este
espacio la cantidad de tareas y gestiones
llevadas a cabo en los últimos cuatro años
por la RED de CULTURA BOEDO. A modo de
ejemplo señalemos dos de ellas,
representativas de nuestro accionar: los
festejos de la SEMANA DE BOEDO y la gestión
por LA PLAZA DE BOEDO.
En un contexto como el actual, en
donde la política parece encerrada en la
superestructura, en donde priman muchas
veces los intereses individuales y las
alianzas con la prensa, no es menor que un
grupo de vecinos y militantes del barrio sin
grandes recursos elijan la construcción
colectiva, voluntaria, horizontal y
participativa.
Durante estos años la
RED se reveló como un espacio dinámico, en
permanente discusión ideológica, en continua
búsqueda de formas de trabajo, mecanismos de
gestión, en crecimiento cuantitativo,
transitando variaciones cualitativas, en
constante evolución y transformación. Unidos
por la confianza que fuimos construyendo,
estamos haciendo un espacio autogestionado,
recorriendo un proceso de crecimiento
espiralado y de maduración como organización
- tal vez un poco lento si lo comparamos con
la velocidad de los cambios actuales pero
con enormes posibilidades de dar resultados
perdurables.
Se trata de una
experiencia para la que -como decíamos- no
hay recetas, tiene más que ver con lo
situacional, con lo que se va creando, tiene
que ver con ir tirando de la punta del
ovillo e ir viendo cuánto hilo hay para
seguir tejiendo alguna historia válida. En
sus comienzos pareció tratarse de la energía
presente en la confusión, en el desorden.
Hoy nos parece que lo que se va desplegando
es el poder, la capacidad de este colectivo
de re-construir saberes destruidos por el
neoliberalismo.